FAIRY TALE
Llamé a esta obra Fairy Tale porque me transporta a un lugar muy especial: mi infancia.
Cuando era niña, tenía un libro de cuentos de hadas que leía una y otra vez. Las historias, los castillos, las criaturas mágicas... nunca se fueron de mi imaginación. Incluso hoy, en lo más profundo de mi corazón, sigo llevando el sueño de aquella niña: que la magia es real y que, de alguna manera, yo podía ser la protagonista de un mundo lleno de maravillas.
Esta ilustración es un reflejo de ese sentimiento. Un mundo de encanto, inocencia y fantasía-donde las hadas se sientan sobre hongos, los ciervos hablan con la mirada, y cada sendero lleva a un castillo escondido. Un mundo donde lo imposible se siente posible.
Creo que todos necesitamos aferrarnos a esa parte de nosotros. La parte pura. Ese niño interior que aún cree en las cosas buenas, en los sueños, en la belleza sin razón.
Hoy en día, muchos hemos perdido ese sentido de asombro. Nos volvimos demasiado lógicos, apurados, distraídos. Pero creo que es momento de volver. Volver a lo básico, a la imaginación, al corazón. A ese lugar donde alguna vez creímos que todo era posible.
Que Fairy Tale sea un recordatorio suave: Nunca dejes de soñar. Nunca dejes de creer. Mantén tu corazón abierto como el de un niño-puro, juguetón y lleno de magia. Porque el mundo necesita más fantasía, y tu historia aún importa.